SEGAR
- Pastor Mauricio Pinedo

- 6 abr 2020
- 6 Min. de lectura
Iglesia casa de oración apostólica Villavicencio
Miércoles 7 de abril de 2020
Pastor Mauricio Pinedo Miranda
Tema: ARAR – SEMBRAR – SEGAR
Texto: Isaías 28: 23 - 29
EN ESTA OPORTUNIDAD ESTAREMOS HABLANDO DE SEGAR.
Segar
En cuanto a la agricultura
Cortar la mies o la hierba con la hoz, la guadaña o cualquier máquina adecuada segarán los campos de trigo.
En cuanto a labor del ministerio
Se refiere a la acción de discipular a las personas que han creído en el señor Jesucristo enseñándoles a guardar todo lo que él ha mandado, capacitarlas para obra del ministerio y prepararlas para el arrebatamiento.
1. El principal segador Y quien recoge la cosecha es el señor Jesús mismo.
Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
Este pasaje es muy interesante pues nos enseña que el Señor no está sembrado el evangelio, somos nosotros los que sembramos el evangelio en la buena tierra, esto es el corazón de una persona por la que previamente oramos.
Luego viene el Señor a segar a llevar a esa persona a su presencia y esto puede ser antes o en el día del arrebatamiento.
El apóstol Pablo dijo sobre esto último lo siguiente:
1 Tesalonicenses 5:9-11
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
Si sabemos que el Señor es hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no esparció; lo mejor que podemos hacer es sembrar generosamente para que cuando el venga ciega y recoja muchas personas salvas.
Y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
El señor Jesús siega en cuanto a los que son suyos como resultado de la labor de evangelismo y discipulado realizada por sus siervos y los recoge para llevar consigo afín que estén con él para siempre.
Lucas 3:17
Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
Marcos 13:26-28
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.
Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
1 Tesalonicenses 4:15-17
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
2. Nosotros también segamos.
Entre tanto que el viene, nos ha dado a nosotros también la labor de segar en cuanto a discipular, capacitar y preparar a los creyentes para el arrebatamiento.
Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
a. Discipular en cuanto al evangelio, bautizar en el nombre del padre del hijo y el Espíritu Santo y enseñar a obedecer.
Mateo 28:18-20
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
· Predicar el evangelio, hacer discípulos, confirmarlos, exhortarlos y prepararlos para segur cristianos en este mundo.
Hechos 14:20-22
Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe.
Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
b. Perfeccionar, edificar, unificar y llegar a la estatura de Jesús.
Efesios 4:11-13
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
c. Se siega fruto para vida eterna.
Juan 4:35-37
¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
3. Concluimos con el siguiente ejemplo de haber arado, sembrado y segado.
Apóstol Pablo dijo lo siguiente:
Hechos 20: 17 - 38
· Ya había capacitado a otros presidir la iglesia.
Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.
· Les había dado ejemplo de integridad a sus discípulos.
Cuando vinieron a él, les dijo:
Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia,
· Les había dado ejemplo de servicio a sus discípulos.
sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos;
· Les anuncio y enseño el evangelio
y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,
testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
· Les mostró que por el evangelio del Señor se padece tribulación.
Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer;
salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
· Les mostro que es necesario vivir en función de predicar el evangelio.
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.
· No reusó darles todo el consejo de Dios.
Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos;
porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
· Los capacito para apacentar y cuidar a la iglesia.
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.
Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.
· El discipulado en este caso duro tres años y no un curso de cuatro meses.
Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.
· El discipulado se realiza fundamentando en la palabra de la gracia de Dios. – el evangelio
Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
· El discipulado se realiza sin codicia, sin pensar en sacar provecho económico para sí.
Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido.
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
· Todo inicia en la oración y finaliza en la oración.
Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.
Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,
doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco.


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