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LA SANTIDAD


El término en hebreo Kadosh significa puro, física, moral y espiritualmente. En ocasiones se debe traducir separado, puesto aparte, consagrado.

· Dios es santo

Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: “Seréis, pues, santos, porque yo soy santo”. Lv. 11.46

· La santidad es un mandamiento de Dios para el hombre

... “Seréis, pues, santos, porque yo soy santo”. Lv. 11.46

· La voluntad de Dios es nuestra santificación

“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación...” 1 Ts. 4.3

· Ejemplos de personas apartadas

NOE

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.” Gn. 6.8-9

DANIEL

“Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.” Dn. 6.4

JOB

“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.” Job 1.1

EL HOMBRE PUEDE SER SANTO DE UNA MANERA TEMPORAL O DE UNA MANERA PERMANENTE

a. La santidad temporal

Esta santidad viene como decisión de la persona para agradar a Dios, aún cuando no se ha nacido de nuevo.

· Dios se agrada de todo aquel que le teme y hace justicia.

“sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” Hch. 10.35

· Toda persona que decide hacer la voluntad de Dios empieza por apartarse del pecado.

“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temerosos de Dios y apartado del mal”. Job. 1.1

“Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temerosos de Dios con toda su casa” Hch. 10.1-2

¿Cómo pudieron ser santos teniendo naturaleza pecaminosa?

· Job sabia de la necesidad de agradar a Dios y ser santo por el ejemplo que le habían dado sus antepasados. (Abel, Enoc, Noe)

ABEL

“Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn. 4.3-5

ENOC

“Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.” Gn. 5. 22-24

“Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.” Heb. 11.5

NOE

“...Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.” Gn. 6.9

“Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.” Gn. 7.1

· Por decisión propia

Un ejemplo grande de que se puede agradar a Dios siendo esclavo del pecado es José.

Decidió no pecar contra Dios ni su prójimo.

“Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” Gn. 39. 7-10

· Por el conocimiento de las Escrituras los hombres pueden decidir apartarse para Dios y no pecar y hacer lo que a Él le agrada.

Dios mandó que los hombres fueran santos apartados de los pueblos para Él.

“Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.” Lv. 20. 26

Daniel y sus amigos conocían este mandamiento y lo cumplieron a cabalidad

“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.” Dn. 1. 8

“Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado?

Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.” Dn. 3. 14-18

“Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones. Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.

Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.” Dn. 6. 7- 10

Ver textos de apoyo.

Dt 5. 8-9, Lv. 19. 26 y 1 S. 12. 23

b. La santidad de forma permanente

· Es una santidad por naturaleza

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;” 2 P. 1. 3- 4

· Cuando hay un transplante de corazón

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” Ez. 36. 26-27

A pesar de tener un nuevo corazón la persona debe decidir permanecer santo

· Jesús teniendo naturaleza divina decidió vivir en santidad

Nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca

“Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.” Is. 53. 9

Hizo siempre lo que a Dios le agradaba

“Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.” Jn.8.29

Fue obediente hasta las últimas consecuencias.

“y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Fil. 2. 8

c. ES NECESARIO PERMANECER SANTOS

· Sin santidad nadie vera al señor.

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Hb. 12.14

· La santidad es la voluntad de Dios

“pues la voluntad de Dios es vuestra santificación;” 1 Ts. 4.3

· El hacer la voluntad de Dios es para nosotros un agrado

“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.” Sal. 40:8

· Ejercitando el dominio propio

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Ti. 1.7

· El pecado no se enseñorea de nosotros

“Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.” Ro. 6.14

¿CÓMO PERMANECER EN SANTIDAD?

· Orando

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mt. 26.41

· Leyendo y guardando las Escrituras

“Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” Ez. 36.27

“Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” Jn. 15.3

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Jn. 17:17

· Estando ocupados

“y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.” 1 Ts. 4.11-12

· Pensando en todo lo que agrada a Dios

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Fil. 4.8

· Ocupándonos en nuestra salvación con temor y temblor

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;” Fil. 2.12-15

· Vivir con la luz que se tiene

“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.” Ap. 22.11

VIVAMOS CONFORME AL LLAMAMIENTO

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” 1 P. 2.9

“a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” Ef. 5.27

Nuestro Señor Jesús vendrá por una iglesia limpia, sin mancilla, tacha o deshonra, sin mancha, ni arruga o cosa semejante (EFESIOS 5:27), es decir SANTA y es necesario que busquemos con todo serlo, en HEBREOS 12:14 dice también: "Seguid la PAZ y la santidad sin la cual nadie vera al Señor", y por esto no es una opción, sino una necesidad y no puede ser negociable esta condición. Dios es Santo y no convive con el pecado y para entrar en el reino de los cielos nos es indispensable ser Santos. Aunque la mayoría de las personas creen que ser Santo es difícil, no es así por las siguientes razones:

Dios no demandaría de nosotros algo que no pudiéramos hacer con su ayuda

Porque es Dios mismo quien hace la obra. Él es quien nos Santifica por medio del sacrificio de Jesús, del Espíritu Santo y la palabra. Nosotros solamente debemos tomar LA DECISION, proponernos en nuestro corazón agradarle, ser esforzados, valientes, ejercitar y/o usar el dominio propio y DIOS lo hará en nosotros.

Hay tres formas de santidad, 3 maneras con las cuales Dios, nos SANTIFICA: Son las mismas en las que hablamos del tiempo: El pasado, el presente y el futuro.

· Dios santifica el pasado

Limpiándonos de toda culpa, de todos los pecados pasados

“Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.” Ez 36.25

A través de la fe en el sacrificio de Jesús mediante la remisión de todo pecado por medio de la fe en la sangre de Jesús

“Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.” He. 9.22.

Nunca más se acordará de nuestros pecados

Así pues Dios borrara del libro de nuestras obras todo de lo cual éramos deudores y nos hace justos y nunca más se acordará de nuestros pecados. Dice la palabra que los enviará al fondo del mar:

“El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” Mi. 7. 19

· Dios nos santifica en el presente

A través de su palabra

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Jn. 17.17

“así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” Is. 55.11

Cuando leemos con fe la palabra, cumplirá el propósito en nosotros. Ahí muestra lo que le agrada a Dios y lo que no le agrada a Él, nuestros valores son cambiados, nuestro entendimiento es renovado, se nos muestra qué es pecado y así poder evitarlo, cambiar de conducta, tomar mejores decisiones porque cuando no conocemos la verdad nos equivocamos constantemente (OSEAS 4:6).

Ejercitándonos en el dominio propio


¿Que es Dominio Propio? Es autoridad sobre si mismo, es sujetarse por voluntad propia a los principios morales y espirituales que posee, o tener el poder de cohibirse de algo por atractivo que resulte.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Ti. 1.7

Ser santo no es estar libre de Tentación, si no tener la voluntad y/o decisión de rechazarla. Jesús fue tentado en todo pero sin pecado, mantuvo su santidad indispensable para poder salvarnos.

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” He. 4:15

Cuando utilizamos el dominio propio decidimos si hacemos o no, si pecamos o no, si conocemos o no algo que seguramente parece deseable. A Adán le falló el dominio propio en el momento clave y se equivocó. Nosotros debemos esforzarnos y orar a Dios para que nos de fortaleza mediante el dominio propio, para no caer en la tentación y no llegar a cometer pecado. Es aquí donde ataca el Enemigo, a la mente es lanzada una idea, un dardo a los sentidos, pero la palabra dice “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” Stg 4.7

El enemigo ya está vencido, porque Jesús le venció, no nos debemos asustar sino resistámosle ya que tenemos toda la ayuda de Dios para hacerlo; sólo oremos, escudriñemos, amemos a Dios y Él que escudriña en lo profundo de nosotros dará lo que nos falte.

“vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.” 2 Pd 1. 5-7

Es pues necesario que pongamos por obra el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo decidiendo usar el dominio propio, si Jesús lo hizo nosotros también debemos ejercerlo.

Y Dios es perfecto y todo lo hace perfecto, está muy interesado en salvarnos de la condenación en el Infierno por esto hace en nosotros un milagro.

Cambiar nuestra naturaleza de pecado

Heredada de Adán por su desobediencia (Ro 3.23) por lo cual todos nacemos pecadores y destituidos de la gloria de Dios. Para santificarnos de esencia Dios cambia nuestro corazón, erradica esa naturaleza y nos hace parte de la naturaleza divina (2 Ped 3.4), (Ez. 36.26-27),

nos da un nuevo espíritu, quita el espíritu de esclavitud y nos da el espíritu de adopción. (Ro. 8:15) Haciéndonos hijos de Dios con todos los beneficios.

Y también nos da el Espíritu Santo para que more en nosotros cumpliéndose la palabra:

" Oh ignoráis que vuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo (Jesús en el alma y el Espíritu Santo en el cuerpo), 1 Co. 6.19 y también “Mayor es el que esta en vosotros, que el que está en el mundo” (Enemigo) 1Jn. 4.4

Esta santidad de esencia es lo que también se llama NACER DEL ESPÍRITU. Jn. 3:5 La santidad empieza con una decisión, así pues busquemos ser Santos en toda nuestra manera de vivir para que nuestro espíritu, alma y cuerpo, agraden al Señor para que podamos un día estar con Dios, para que participemos de la primera Resurrección (Ap. 20.6). Y si ya lo fuéremos hoy, santifiquémonos más todavía (Ap. 20.11), hasta la venida del Señor, porque una persona puede ser Santa de las dos primeras formas y no ser salva por que su naturaleza sigue igual.

 
 
 

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