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LA ORACIÓN Y EL AYUNO TRASCENDENTAL PARA EL BUEN DESARROLLO DE LAS MISIONES.

Actualizado: 14 mar 2021

CONTENIDO

1. Introducción

2. La oración y el ayuno trascendental para el buen desarrollo de las misiones.

2.1 ¿Quiénes y donde oraban?

2.2 ¿Qué pedían?

2.3 La misión sin oración no es misión.

3. Conclusión

1. INTRODUCCIÓN

Este escrito tiene como finalidad examinar la obra misionera que realizaron los apóstoles y discípulos de la iglesia del primer siglo.

Al realizar el estudio y lectura del libro de los hechos me detuve en un aspecto de mucha trascendencia las misiones y que es desde el cual comienza todo, este aspecto es la oracion y el ayuno.

La oración y el ayuno podía ser realizada donde quiera que fueran los apóstoles para predicar el evangelio puesto que no está sujeta a un lugar específico.

Es como tener un teléfono satelital, no importa desde donde llames, siempre te podrás comunicar.

Ellos desarrollaban la obra misionera orando en diferentes lugares como el aposento donde moraban, el templo, la casa de un hermano, en la azotea de una casa junto al mar, la presión, en una playa.

El ayuno y la oracion por su versatilidad nos permite ser como unidades móviles que podemos ir y reabastecernos con solo decir: Padre en el nombre de Jesús.

Nos permite ser atendidos de inmediato, recibir entre tanto lo hacemos dirección del Señor y Guía del Espíritu Santo para todo el desarrollo de la

Por esta razón si en algo debemos tener ya en nuestro corazón antes de iniciar en la obra del ministerio es que separados de Dios y del Señor Jesucristo nada podemos hacer.

Si bien el Espíritu Santo va con nosotros en todo tiempo a todo lugar, no hará nada si no damos a la oracion la trascendencia que tiene en la obra de las misiones.

2. LA ORACION Y EL AYUNO TRASCENDENTAL PARA EL BUEN DESARROLLO DE LAS MISIONES.

2.1 ¿QUIENES ORABAN Y DONDE Y A QUE HORA ORABAN?

a. Los apóstoles y discípulos en Jerusalén en un aposento alto.

Hechos 1: 12 - 14

12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

b. Los Apóstoles y los nuevos discípulos en el templo

Hechos 2: 41 – 42; 46

41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,

c. En el templo, a la hora de la oracion.

Hechos 3: 1

Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.

d. Saulo estaba en Damasco en casa de judas orando.

Hechos 9: 10 - 12

10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.

11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,

12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.

e. Pedro en casa de Simón curtido en Jope.

Hechos 11: 5

Entonces comenzó Pedro a contarles por orden lo sucedido, diciendo:

Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión; algo semejante a un gran lienzo que descendía, que por las cuatro puntas era bajado del cielo y venía hasta mí.

f. En casa de María madre de Juan, orando por la vida del apóstol Pedro.

Hechos 12: 11 - 12

Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.

Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

g. En Antioquía, estaba Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

Hechos 13: 1 - 3

Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

Esto es muy trascendental a la hora de estar preparándose para las misiones y ser despedidos para las misiones.

Hechos 14: 23

Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

h. Pablo en el templo de Jerusalén recibe instrucciones de parte del Señor

Hechos 22: 17 – 21

17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis.

18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.

19 Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti;

20 y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.

21 Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.

i. Pablo, Silas y Timoteo en Filipos

Hechos 16: 16

Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.

j. Pablo y Silas en la Cárcel de Filipos

Hechos 16: 25

Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

k. Pablo en Tiro

Al avistar Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y arribamos a Tiro, porque el barco había de descargar allí.

4 Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén.

5 Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos.

6 Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas.


2. 2 ¿QUE PEDÍAN, CUAL ERA SU ORACIÓN ?

a. Su oracion y ruego era conforme lo prometido por el Señor Jesucristo.

Ser bautizados y ser hechos testigos. Hechos 1: 4 – 8

Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?

Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

b. Oraban conforme a las escrituras pidiendo el sucesor de Judas.

Hechos 1: 20; 24 - 26

Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio.

Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.

Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.

c. Oraban conforme a las escrituras pidiendo denuedo para dar a conocer el evangelio.

Hechos 4: 29 - 31

Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

d. Oraban pidiendo que los creyentes recibieran el bautismo en el Espíritu Santo. Hechos 8: 14 - 17

Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

e. Pedro ora por la resurrección de Docas

Hechos 9: 39 - 42

39 Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas.

40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.

41 Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.

42 Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor.

f. En medio de la oposición y persecución la iglesia ora sin cesar por la vida de Pedro y la oracion tiene su respuesta.

Hechos 12: 1 - 5

En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles.

2 Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan.

3 Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura.

4 Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua.

5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

Hechos 12: 11- 12

Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.

Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

g. Pablo pide por los obispos y la iglesia en Efeso para que sea guardada de los lobos rapaces que no perdonaran el rebaño y les manda a orar.

Hechos 20: 24 - 38

24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

25 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.

26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos;

27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.

28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.

30 Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.

31 Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.

32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.

33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.

34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido.

35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

36 Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.

37 Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,

38 doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco.

h. Pablo oró por sanidad para las personas

Hechos 28: 7 - 8

7 En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días.

8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.

2. 3 LA MISIÓN DE DAR A CONOCER A JESÚS SIN ORACIÓN NO DARÁ FRUTO.

a. La oracion está primero que cualquier actividad eclesiástica.

ü Privilegiaban la oracion por encima de las actividades y compromisos eclesiásticos resultantes de la obra misionera.

Hechos 6: 1 - 4

En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria.

2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.

3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.

b. La oracion debe ocupar el primer lugar en todo asunto administrativo de la misión.

ü Orando impusieron las manos a quienes servirían a las mesas.

Hechos 6: 2 - 6

Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.

3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.

5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;

6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.

c. No se puede desconocer que hay personas están orando para recibir la salvación con toda su casa. Dios está respondiendo estas oraciones y los guiara a nosotros y nosotros a ellos y debemos estar haciendo lo mismo, orando y obedecer.

ü Cornelio orando siempre a Dios.

Hechos 1: 1 - 3

Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.

ü Cornelio en Oracion y Ayuno siendo la hora novena de día.

Hechos 10: 30

Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente,

ü Pedro orando en la hora sexta del día.

Hechos 10: 9

Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.

Entonces comenzó Pedro a contarles por orden lo sucedido, diciendo: Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión; algo semejante a un gran lienzo que descendía, que por las cuatro puntas era bajado del cielo y venía hasta mí.

Hechos 11: 4 – 5

ü Obediencia de Cornelio. Hechos 10: 31 - 33

Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente,

31 y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.

32 Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará.

33 Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.

ü La obediencia de Pedro. Hechos 10: 19 - 21

Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.

20 Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.

21 Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?

ü El Espíritu Santo guio a Pablo y a Timoteo donde estaban reunidas unas mujeres dentro de las cuales estaba Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, estaba orando y adorando a Dios cuando oyó el evangelio creyó y fue salva ella y toda su casa.

Hechos 16: 12 - 15

y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días.

Y un día de reposo[a] salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.

Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.

Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

ü El Carcelero de Filipos y toda su casa creyeron y fueron salvos.

Hechos 16: 25 - 34

Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.

27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido.

28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.

29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas;

30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.

34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

¿No estarían cantado?, Jesús cantaba los salmos de la pascua, yo creo que Pablo y Silas cantaban himnos a Dios concernientes a la salvación.

Lo que oramos y lo que cantamos debe corresponder al evangelio para que lleve fruto.


3. CONCLUSIÓN

Podemos concluir esta enseñanza sobre el libro de los hechos, cuyo propósito era el conocer conforme a las escrituras; la forma en que los apóstoles y la iglesia del primer siglo, desarrollaron la obra misionera y aprender de ellos para estos tiempos.

Ahora bien hay algo que se muestra en el libro de los hechos como algo trascendental e ineludible y esto es la oracion y el ayuno para el buen desarrollo de la labor misionera.

Desde el primer capítulo hasta el último está presente en todas las actividades de la iglesia.

La oracion y el ayuno, se posicionan en la labor misionera en un lugar privilegiado desde el mismo instante en que los apóstoles y discípulos se apropiaron de ella en el aposento alto.

Es maravilloso ver que la oracion y el ayuno sin importar el lugar, era desde donde se podían recibir las directrices del Señor Jesucristo, la revelación de los misterios del reino, la guía del Espíritu Santo para hablar con denuedo, la confirmación de los llamados a la obra, la hoja de ruta para cada día, la manifestación de las señales que siguen a la predicación del evangelio, donde se presentaban las cuestiones administrativas y la fortaleza para fe.

Se podría comparar que ese tiempo de oracion y ayuno como un puesto de mando en donde se podían sostener reuniones con el Padre, que luego conforme a quien correspondía fuera el Señor Jesús o el Espíritu Santo se daba respuesta a las peticiones.

 
 
 

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Gracias pastor por estos hermosos trabajoso

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