LA FE
- Pastor Mauricio Pinedo
- 28 sept 2020
- 40 Min. de lectura
LA FE
1. La fe es llamar las cosas que no son como si fueran
(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. Ro. 4. 17
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hb.11. 1
Por la fe entendemos que ha sido creado el universo
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hb. 11. 3
· Las tinieblas estaban sobre la faz del abismo (No había luz)
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
· Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz la fe por medio de la palabra hablada
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Gn. 1. 1 – 5
2. Jesús les pidió a sus discípulos tener fe en Dios enseñándonos una lección de fe
· Plantea una necesidad (hambre)
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
· Plantea una solución con un a ver si tal vez (buscar higos en una higuera sin ser tiempo dar su fruto)
Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
· Maldijo la higuera (Maldecid es hablar mal y o hablar negativamente)
Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos. Mr. 11. 12 – 14
La intención de Jesús era que los discípulos lo oyeran
Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos. Mr. 11. 12 – 14
Jesús hace la aplicación de la enseñanza Mr 11. 20 - 26
1. Y pasando por la mañana al día siguiente
Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
2. los discípulos ven que la higuera se seco desde las raíces
Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
3. Pedro se acordó que Jesús había maldecido la higuera
Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
4. Jesús les hablo de la necesidad de tener fe en Dios y no en lo que se tiene
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
3. Cuando la fe se pone en lo que se tiene, en otras personas y no en Dios
Una mujer que padecía de flujo de sangre había puesto su fe en todo lo que tenía y en los médicos para ser sanada.
Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
Lc. 8. 43
Había sufrido mucho en mano de muchos médicos, nada le aprovechaba y le iba peor
Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, Mr. 5. 25 – 26
Padecía de flujo de sangre desde hacia doce años
Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, Lc. 8. 43
Gasto todo lo que tenia
Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, Lc. 8. 43
Por ninguno había podido ser curada
Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, Lc. 8. 43
4. Cuando la fe se pone en Dios como nuestra única opción
Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. Mr. 5. 27 - 32
La mujer oyó hablar de Jesús
Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Mr. 5. 27
Puso su fe en Jesús para ser salva de su enfermedad
Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Mr. 5. 28
Ella dijo que tocando solo el manto de Jesús seria salva
Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Mr. 5. 27 - 28
La mujer fue sana de aquel azote conforme a su fe y lo que dijo
Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Mr. 5. 29
Jesús pregunto quien le toco porque había salido poder de el
Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. Mr. 5. 30 – 32
La mujer le declaró a Jesús delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. Lc. 8. 47
Jesús le ánima le confirma que por su fe había sido salva de su enfermedad
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Mt. 9. 22
Les enseño sobre el poder de las palabras y la necesidad de hablar bien
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas. Mr 11: 22 - 26
5. Diez cosas debemos tener en cuenta cuando hablamos
1. Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre;
2. Se saciará del producto de sus labios. Pro. 18. 20
3. La muerte y la vida están en poder de la lengua,
4. Y el que la ama comerá de sus frutos. Pro. 18. 21
5. El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias. Pro 21. 23
6. El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. Pro. 13. 3
7. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; 1 P. 3. 8
8. Te has enlazado con las palabras de tu boca,
9. Y has quedado preso en los dichos de tus labios. Pro. 6. 2
10. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. Stg. 3. 10-12
6. Les enseño sobre la importancia de no dudar en el corazón
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
La duda esta en contra de la fe
Se pide con fe no dudando nada
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
El doble ánimo impide que se reciba lo que pidamos al Señor
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Stg. 1. 5-7
7. Les enseño sobre la necesidad de creer que será hecho lo que dice
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Al que cree todo le es posible
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Mr.9. 23
La virgen Maria creyó a la palabra que el ángel le dijo
El ángel Gabriel es enviado a casa de la virgen maria
Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Lc. 1. 26-27
El ángel le dice que ella ha sido bendecida entre todas las mujeres
Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Lc. 1. 28-29
El ángel le declara que ella concebirá en su vientre, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre JESÚS.
Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Lc. 1. 30-33
Ella pregunta como seria esto pues no conocía varón
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Lc. 1. 34
El ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Lc. 1. 35
El ángel le declara que su pariente Elizabet concibió hijo en su vez por que nada hay imposible para Dios
Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios.
Lc. 1. 36-37
Maria creyó a la palabra del ángel
Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
8. les enseño que de acuerdo a lo que uno diga se hará
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios. Pro. 6. 2
La aplicación a la oración
Les enseño sobre la necesidad de orar
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” Mt. 6: 6
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” Jn. 14: 13 – 14
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” Jn. 15: 16
Les enseño que se ora para recibir
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” Jn. 14:13-14
“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará” Jn. 16:23
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” Jn. 16:24
Les enseño que de acuerdo a lo que pidamos eso nos vendrá
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Mt. 7. 7-11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Lc. 11. 13
Les hablo de la necesidad de perdonar al orar si se tiene algo contra alguien
Para que la oración no tenga estorbo
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas. Mr. 11. 20 – 26
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Mt.6.12
9. La fe no tiene nada que ver con los sentidos ya no andamos por vista sino por fe
(porque por fe andamos, no por vista) 2 Co 5. 6
1) No es por lo que veamos
El siervo de Eliseo temió al ver que eran mas los que estaban contra ellos que los que estaban con ellos
Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
2 R. 6. 15 – 17
Jesús exhorto a Tomás porque necesito ver para creer
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Jn. 20. 29
2) No es por lo que toquemos
Tomás quería meter su dedo en las manos y en el costado de Jesús para creer
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jn. 20. 24 – 28
Eliseo creyó que Dios podía resucitar al niño de la sunamita a pesar que al tocarlo este estaba frió
Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido sobre su cama. Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová. Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor. Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió. 2 R. 4. 32 - 37
3) No es por lo que oigamos decir de la situación sino por lo que Dios dice en su palabra
Hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra prometida pero Josué y Caleb le creyeron a la palabra de Jehová que era una buena tierra y que la entregaría a ellos.
Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. Nm 13. 32 – 33
Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. Nm. 14. 1 – 9
4) No es por lo que gustemos
Cuando los hijos de los profetas comiendo el guisado dijeron a Eliseo hay muerto en la olla y el profeta sano la comida.
Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas. Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era. Después sirvió para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! Y no lo pudieron comer. El entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla. 2 R. 4 38 - 41
Jesús dijo que si aún bebiéremos cosa mortífera no nos hará daño
Tomarán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Mt 16. 18
5) No es por lo que podamos oler
Cuando Jesús fue a resucitar a Lázaro este tenia cuatro días de muerto y ya hedía
Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
Jn 11. 38 - 44
10. Dios quiere que nosotros compremos con fe
A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. Is 55. 1
Sin Fe es imposible agradar a Dios
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. He. 11. 6
Es necesario creerle a Dios y a su palabra
Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
2Cro.20. 20
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? Nm 23. 19
· Dios le dijo en sueños a Jacob que le bendeciría y volvería a traerlo a su tierra en paz.
Jacob tiene un sueño
Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.
Jehová le dice: yo soy el Dios de Abraham y de Isaac
Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac;
Dios le dice:
1. La tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
2. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
3. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres,
4. Y volveré a traerte a esta tierra;
5. Porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
Jacob creyó que quien le a hablado es Dios, y edifico un altar con una piedra por señal y llamo el nombre de aquel lugar casa de Dios “Bet – el”
Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo. Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.
Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.
Como resultado de haber creído por decisión propia hace voto y decide que Jehová sea su Dios
E hizo voto diciendo:
1. Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,
2. Y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
3. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios;
4. Y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. Gn. 28. 10 – 22
11. El fundamento de nuestra fe
Nuestra fe esta fundamentada en Hechos, lo que Jesús ya lo gano todo para nosotros y lo podemos recibir pidiéndolo al Padre en su Nombre:
La salvación
La salud
Las añadiduras
La fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Ro 10. 17
El procesó de la fe:
1. oír
2. entender
3. conocer
4. ser confrontado retener
5. tener la convicción
12. El fundamento de nuestra fe para ser salvos
1. Oír la palabra
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Jn.3. 16-17
2. Entender
Entendemos que Jesús vino a salvarnos de la condenación del infierno
3. Conocimiento (saber como lo hizo)
Dejo de ser Dios para ser creado un hombre
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; Fil. 2. 5-7
Fue engendrado por Dios
Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Sal. 2. 7
Fue concebido por el Espíritu Santo
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. Mt. 1. 18
Fue concebido en la virgen Maria
Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
Lc. 1. 30-31
Gestado por la virgen Maria
Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Lc. 2. 6-7
Dado a luz
Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Lc. 2. 7
Fue un hombre cien por ciento
Tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Fil. 2. 5 – 8
Vivió en santidad
El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 1 P. 2. 22-23
Era como raíz de tierra seca ( Habla de que era el único hombre santo por naturaleza que había en medio de una generación perversa y mala)
Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Is. 53.2
Pago por nuestra muerte espiritual. (Separado de Dios y menospreciado por los hombres).
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Is.53. 3
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Is. 53. 5-7
Muerte física.
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Is. 53. 8-9
Muerte eterna en el hades.
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Is. 53. 11
viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Hch. 2. 31-32
Para que no fuéramos al infierno pago en su cuerpo lo que una persona padecerá en el infierno.
Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Is. 53.2
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Is. 53. 4-5
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Is. 53. 7
y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Is. 53. 8
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Is 53. 10
Dios lo resucitó sueltos los dolores de la muerte
al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Hch . 2. 24
Dios lo resucito para nuestra Justificación
el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
Ro. 4. 25
4. Confrontación (retener, recibir o apropiarse creer)
La palabra de fe que predicamos se retiene luego de haber conocido lo que Jesús hizo para salvarnos y Que Dios lo levanto de los muertos haciéndolo Señor y Cristo
Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Ro. 10. 8-9
Con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Ro.10. 10
Todo aquel que en el cree no es avergonzado
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Ro. 10. 11
Creyendo en el como lo dice la escritura
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. Jn. 7. 38-39
5. Convicción ( fe para salvación )
Por gracias somos salvos por medio de la fe
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Ef. 2. 8
Justificados por la fe en Jesús
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Ro. 5. 1-2
13. El fundamento de nuestra fe para ser ricos
1. Oír la palabra
Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2 Co. 8. 9
2. Entender
Que por amor a nosotros se hizo pobre, siendo rico, para que nosotros con su pobreza fuéramos enriquecidos.
3. Conocimiento (saber como lo hizo)
Jesús nació pobre, la virgen María lo dio a luz en una casa ajena
Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Lc. 2.4-7
Jesús trabajó como carpintero
¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mc. 6.3
Jesús no tuvo ni donde recostar su cabeza
Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Lc. 9. 57-58
El ministerio de Jesús fue financiado
Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes. Lc. 8. 1-3
Jesús no tenía con que pagar el tributo y necesito de la fe para pagarlo
Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti. Mt. 17. 24-27
Jesús no tenía bienes
Cuando entro en Jerusalén lo hizo sobre un pollino prestado
Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén. Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos, diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita. Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Lc. 19.28-33
Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Mc. 11. 1-3
Cuando iba a celebrar la pascua utilizo un aposento prestado
Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos. Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos? Él les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare, y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí. Lc. 22. 7-12
Jesús tuvo hambre
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Mc. 11. 12-13
4. Confrontación (retener, recibir o apropiarse)
Jesús nos hizo ricos para que no tengamos falta de ningún bien ni nos afanemos de que habremos de comer, beber, vestir o donde vivir, sino que todo esto mlo podemos pedir al Padre convencidos que él ya lo ganó para nosotros
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mt. 6. 25-33
5. Convicción
Habiendo recibido el ser rico podemos pedir todo lo que necesitamos al Padre en el Nombre de Jesús
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Fil. 4. 6
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? Ro. 8. 32
14. El fundamento de nuestra fe para ser sanos
1. Oir la palabra
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Is. 53. 4-5
2. Entender
Entendemos que Jesús llevo nuestras enfermedades y dolores y que por su llaga somos nosotros curados
3. Conocimiento (saber como lo hizo)
Jesús padeció en su cuerpo hasta quedar hecho una llaga y llevo nuestras enfermedades y dolores sobre él.
He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte. Sal. 22. 14-15
Fue azotado
Sobre mis espaldas araron los aradores;
Hicieron largos surcos. Sal. 129. 3
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Is. 53. 4
Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. Mt. 27. 26
Fue golpeado
Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel. Mi. 5. 1
Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban. Mt. 26. 67
Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza Mt. 27. 30
Le arrancaron la barba
Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. Is. 50. 6
Fue coronado de espinas
y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Mt. 27. 29
Fue desfigurado
Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres. Is. 52. 14
Traspasaron sus manos, pies y costado
Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies. Sal. 22. 16
Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. Zac. 22.10
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Jn. 20. 27
Fue crucificado
Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Lc. 23. 33
4. Confrontación (retener, recibir o apropiarse)
Al apropiarnos de esta verdad sabemos que por la llaga de Jesús somos sanados
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Stg. 5. 16
Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
1 P. 2. 24
6. Convicción
Habiendo recibido el ser sanos podemos pedir al Padre en el Nombre de Jesús el ser sanados
Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Stg. 5. 14-15
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Stg. 15. 16
Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. Hch. 3. 16
15. La cantidad de fe
Hay una medida de fe que Dios ha dado a cada uno
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Ro. 12. 3
Hay personas que están llenas de fe
Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; Hch. 6. 3-5
Hay personas que tienen una fe grande
Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. Mt. 15. 21-28
Hay personas que tienen mucha fe
Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum. Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo. Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: Es digno de que le concedas esto; porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga. Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo; por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero dí la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo. Lc.7. 1-10
Hay personas que tienen la fe suficiente para determinada cosa
Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo. Hch. 14. 8-10
Hay personas que tienen poca fe
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mt. 14. 28-31
Hay personas que les escasea la fe
Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Lc. 23. 31
Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron. Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban. Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen? Lc. 8.22-25
Jesús dijo que solo necesitamos tener fe como un grano de mostaza
Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería. Lc. 17. 5
Si tenemos fe como un grano de mostaza nada nos será imposible
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno. Mt. 17. 20
Pero cuando venga el hijo del hombre hallara fe en la tierra
Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Lc. 18. 6-8
16. Jesús dijo que el ayuno y la oración mantienen la fe
Los discípulos no pudieron echar fuera a un demonio que esta dentro de un joven
Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. Mt. 17. 14- 16
Jesús les reprocho su incredulidad
Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Mt. 17. 17- 18
Los discípulos preguntaron porque no lo habían podido echar fuera y Jesús les respondió que por su poca fe (Tenían fe pero no la suficiente)
Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Mt. 17. 19- 20
Con el ayuno y la oración se aumenta la fe y se anula la incredulidad
Pero este género no sale sino con oración y ayuno. Mt. 17. 21
17. Dios responde de acuerdo a la fe de cada persona
Jesús dio la vista a dos ciegos conforme a la fe de ellos
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra. Mt. 9. 27- 31
Una mujer que sufría de flujo de sangre creyó que por tocar el manto de Jesús seria sana
Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote. Mr. 5. 24- 34
Jesús sano a un paralítico al ver la fe de quienes lo trajeron delante de el
Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.
E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Mr. 2. 1-5
18. Podemos pedir al Padre que nuestra fe no falte
Jesús pidió por Pedro para que su fe no faltara
Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Lc. 23. 31
19. El amor lleva a obrar en fe
Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; 6porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. Gl. 5. 5
Si tenemos toda la fe del mundo y no tenemos amor nada somos
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 1Co .13.2
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Co. 13. 13
Jesús antes de obrar por la fe obro por el amor
Jesús se intereso en sanar a un hombre que estaba paralítico hacia treinta y ocho años
Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo* aquel día. Jn. 5. 1- 9
Jesús movido a compasión resucito al hijo único de una viuda
Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Lc. 17. 11-15
20. Algunos hombres aunque alcanzaron buen testimonio por lo fe murieron sin haber recibido lo prometido
Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos,y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se averg:uenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad. Hb. 11. 13-16
Por la fe alcanzaron buen testimonio los antiguos
Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Hb.11. 39-40
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
Hb. 11. 1-2
La fe de Abel
· Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín,
· por lo cual alcanzó testimonio de que era justo,
· dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Hb. 11. 4
La fe de Enoc
· Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios;
· y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
· Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hb. 11. 5-6
La fe de Noe
· Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían,
· con temor preparó el arca en que su casa se salvase;
· y por esa fe condenó al mundo,
· y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. Hb. 11. 7
La fe de Abraham
· Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
· Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
· porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
· Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
· Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar. Hb. 11. 8-12
· Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;
· pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
· Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. Hb.11. 17-20
La fe de Jacob
· Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón. Hb. 11. 21
La fe de Jose
· Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos. Hb. 11. 22
La fe de Moisés
· Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
· Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
· teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
· Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
· Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
· Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. Hb. 11. 23-29
La fe de Israel
· Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. Hb. 11. 30
La fe de Rahab
· Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz. Hb. 11. 31
La fe de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;
· que por fe conquistaron reinos,
· hicieron justicia,
· alcanzaron promesas,
· taparon bocas de leones,
· apagaron fuegos impetuosos,
· evitaron filo de espada,
· sacaron fuerzas de debilidad,
· se hicieron fuertes en batallas,
· pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
· Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
· Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
· Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada;
· anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno;
· errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Hb. 11. 32-38
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