EL PADRE CELESTIAL
- Pastor Mauricio Pinedo

- 1 jun 2020
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El propósito de estas enseñanzas es afirmar en el corazón la trascendencia que tiene el ser hijo de Dios, que él es nuestro Padre y hemos de crecer en nuestra verdadera comunión con él.
En esta ocasión vamos a escudriñar en el evangelio de Mateo todo lo que Jesus dijo de nuestro Padre.
Jesus vino para darnos a conocer a conocer al Padre y en el evangelio de Mateo nos dice que es nuestro Padre que está en los cielos, Dios es nuestro Padre celestial.
Que trascendencia tiene que este en los cielos y que sea nuestro Padre Celestial.
1. Él es glorificado
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
2. Es perfecto en amor
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
3. Es quien recompensa
Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
4. Es el único destinatario de las peticiones.
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
5. Es el único que puede limpiarnos, lavarnos y purificarnos, borrar y esconder o sepultar nuestros pecados.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
6. Es quien da alimento y sustenta todas las cosas
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
7. Es quien provee la salvación mediante su voluntad
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
8. Es el Señor del cielo y la tierra
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
Sí, Padre, porque así te agradó.
Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
9. Él es quien planta a los hombres en su reino
Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
10. Él es quien revela a Jesus en el corazón de cada uno.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
11. Es visto por los ángeles.
Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
12. Él no quiere que nadie se pierda.
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
13. Le agrada el que estemos de acuerdo aquí en la tierra en lo que pedimos.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
14. Él tiene la autoridad para anular el perdón de pecados.
Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
15. Solo él sabe cuándo vendrá Jesus por la iglesia.
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.


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